Creciendo a mi ritmo

¿Madurez?... no, ya no la conozco.

Pensamientos como estos me asaltan cada día. Recuerdo mi niñez cuando llegan a mi mente, recuerdo a la niña callada y "madura" de ese entonces, cuando no le importaba su alrededor, cuando no le afectaba vivir en una familia rota, cuando simplemente era ella y su madre; el resto del mundo no importaba. Aquella niña que te miraba con seriedad y te decia que estaba bien, que no necesitaba nada, que no queria preocupar a nadie, que nunca se quejába por nada, que simplemente vivia con la idea fija de que todo iba de la mejor forma posible. Recuerdo las lágrimas de mi madre, lágrimas que nunca entendí, y que aun no comprendo. Esa mirada llena de tristeza, acompañada de palabras que me hacian sentir bien en ese entonces "Eres más fuerte que yo, tomas todo mejor que yo, eras tan madura para tu edad... yo quisiera que fuera una niña más feliz, que seas como los demás niños y no tengas que pasar por esto" ahora me suena extraño. Pero esas palabras ya no se dirigen a mi. Ahor soy una niña perdida, una niña sin rumbo. Desearia poder tener esa seguridad de antes, esa que me permitia avanzar sin importar que, tener esa meta de ser alguien y vivir para mi madre. Ahora no acepto esa idea, quiero algo para mi, es egoísta, lo sé, pero no me molesta, sé que es lo correcto. Para mi es lo correcto. Por esto me llaman inmadura, por esto es que deje de crecer, sin un rumbo fijo. Soy una planta... que en sus primeros años crecio feliz, con un luz brillante a la cual dirigirse, y con el pasar del tiempo esa luz se fue extinguiendo, y ahora, en tinieblas, simplemente no sabe hacia donde crecer, arriba, abajo, todo es igual.Espero volver a tener esa luz, seguir creciendo. Creciendo a mi ritmo.